Transformación comunitaria en el sector Bautista

Lo que durante años fue un foco de contaminación, malos olores y preocupación para los habitantes del sector Bautista —ubicado en los límites entre Guarne y San Vicente Ferrer— hoy se ha convertido en un ejemplo de transformación social, unión comunitaria y conciencia ambiental.

Gracias al compromiso de la comunidad, este espacio, que se había convertido en un pequeño relleno sanitario a cielo abierto, fue intervenido y recuperado a través de un proceso colectivo de limpieza, vigilancia y sensibilización ciudadana. Durante cuatro fines de semana consecutivos, los habitantes se organizaron para recoger los residuos, generar conciencia en la zona y evitar que se siguieran arrojando basuras en el lugar.

“Era común ver bolsas de basura tiradas a cualquier hora, malos olores, animales y un panorama que generaba vergüenza. Además, afectaba la salud de todos”, expresó uno de los habitantes que lideró esta iniciativa. Sin embargo, la historia cambió cuando la comunidad decidió empoderarse, trabajar en equipo y darle un nuevo sentido a este espacio deteriorado.

Además de las jornadas de limpieza, se instalaron cámaras de vigilancia y se formaron grupos comunitarios para reportar la presencia de residuos, garantizando la atención oportuna y evitando que el lugar vuelva a convertirse en un foco de contaminación.

La transformación fue posible también gracias al trabajo articulado con las administraciones municipales de Guarne y San Vicente Ferrer, lideradas por los alcaldes Diego Mauricio Grisales Gallego y Nelson de Jesús Henao Zapata, respectivamente, así como con el acompañamiento de la Empresa de Servicios Públicos de Guarne. Varias reuniones y acuerdos entre ambas administraciones permitieron consolidar acciones conjuntas en pro del bienestar del territorio.

“No fue fácil, pero cuando la comunidad se une, los resultados se ven. Recuperamos este espacio y lo convertimos en un símbolo de cultura y respeto por el entorno. Esperamos instalar una gruta con la Virgen de los Milagros, demostrando que sí se puede cuando nos empoderamos de nuestro territorio”, manifestó uno de los líderes del proceso.

Este ejemplo de transformación demuestra que el cambio empieza desde la ciudadanía. Cuando hay voluntad, unión y trabajo colaborativo, es posible resignificar espacios y construir un entorno más limpio, saludable y digno para todos.

Desde las administraciones involucradas, se reconocen y celebran estas acciones comunitarias que inspiran y fortalecen el tejido social, evidenciando que la solución a muchos de nuestros problemas está en nuestras manos.